

La Plata, 07 Mar (Por Magalí de Diego/ACTyS-UNLaM/InfoGEI).- El concepto de alimentación comprende un campo que excede al aspecto puramente nutricional. Por eso, al buscar la solución a los problemas alimentarios que atraviesan a la humanidad, es clave pensar en abordajes integrales y transdisciplinarios que incluyan conocimiento de diversa índole.
Para colaborar con esta compleja tarea, un equipo interdisciplinario de la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) y productoras hortícolas de la UTT diseñó un cuadernillo de descarga libre para formar a los promotores y promotoras de alimentación sana, segura y soberana del país. “Buscamos sistematizar información sobre alimentación generada desde el ámbito científico, académico y social y proveniente de sectores campesinos”, asevera Gloria Sammartino, doctora en Antropología y Especialista en Políticas Públicas para la Igualdad.
El cuadernillo es el fruto de un largo camino de investigación y extensión universitaria y se da en el contexto de un Proyecto de Desarrollo Estratégico que incluye nociones de agroecología, salud y cultura desde el enfoque de género y el derecho a la Alimentación.
“Nos dirigimos a un público que no está habituado a las revistas científicas o a las lecturas académicas. Busca comunicar con un lenguaje coloquial y accesible, así como también informar con fotos e imágenes de soporte”, detalla la directora del proyecto en diálogo con la Agencia CTyS-UNLaM.
Capítulo I
El cuadernillo se divide en 5 capítulos. “Lo primero que se aborda son los grandes problemas de la alimentación actual, uno de los cuales es la superposición del hambre y la obesidad, es decir, la malnutrición. También se tratan los cambios que llevaron a la disminución del consumo de alimentos naturales por productos ultraprocesados y se presentan conceptos básicos, como la importancia de los distintos grupos de alimentos”, explica Sanmartino, titular de la materia Socioantropología de la carrera de Nutrición de la UBA, e investigadora del CONICET.
Capítulo II
“En un segundo capítulo -continúa- trabajamos en el marco conceptual del Derecho humano a la alimentación y su relación con el derecho, entre otros, a la información. Ahí tocamos temas vitales como la Ley de Etiquetado Frontal.
Capítulo III
El tercero problematiza la forma dominante de producción y distribución de alimentos de la actualidad, sostenida en monocultivos, los daños para la salud asociados, y porque la agroecología es una propuesta clave”.
Capítulo IV
“En el cuarto capítulo se abordan los aspectos socioculturales de la alimentación, los saberes y conocimientos de campesinos en conexión con el gusto y la salud.
Capítulo V
Por último, el quinto capítulo trta sobre el rol de la mujer en la alimentación en el que se muestra cómo y por qué la cocina y la alimentación están atravesados históricamente por el patriarcado”, profundiza Sammartino quién destaca los aportes de la Unión de Trabajadores de la Tierra en el proyecto.
Mucho más que calorías y nutrientes
Obesidad, malnutrición, anemia, enfermedades no transmisibles, trastornos alimenticios… ¿Pueden todos estos problemas tener una misma raíz? ¿Todo se soluciona con la intervención de un médico o nutricionista? Para este equipo de investigación, claramente el problema excede al aspecto nutricional y clínico.
Dimensión biológica
“Si bien dentro de la mirada biomédica, al hablar de alimentación, siempre se prioriza a la dimensión biológica, en realidad hay muchos otros anclajes: la geografía, el clima, las condiciones macroestructurales, las trayectorias históricas de una comunidad, así como también cuestiones como la inserción social, el acceso a servicios, el tipo de trabajo que se realiza y los salarios, entre otras. Todas estas cuestiones tienen que ver y construyen al sistema alimentario” señala la investigadora.
Cultura alimentaria
Sammartino explica que, si bien el humano puede comer de todo, hay productos que están más disponibles y presentes que otros. “Cada cultura alimentaria ha creado lo que entienden por comida de acuerdo a las posibilidades ambientales, la biodiversidad de cada región y geografía, los saberes, sentidos sabores y gustos que se fueron entretejiendo alrededor de los alimentos”, plantea la doctora en Antropología.
Condicionamientos
“Por ejemplo -agrega-, el entorno en el que vivimos tiene mucho que ver. Estamos atravesados por una gran cantidad de lugares que ofrecen montones de productos alimentarios ultraprocesados. Ir a un supermercado de una cadena multinacional a hacer compras aparentemente puede parecer lo más común del mundo, porque se ha establecido como un espacio y una práctica naturalizada. Sin embargo, de natural no tiene nada. Estos centros existen desde la instauración de políticas neoliberales, es decir, desde la década del ‘80, y están afectados por un sinfín de cuestiones publicitarias y marketineras que captan nuestros paladares y afectan a nuestro consumo”. (InfoGEI)Jd